Mantener la salud bucodental es fundamental para el desarrollo de todos los seres humanos. Poseer una dentadura y encías en perfecto estado nos permitirá comer cualquier alimento que podamos desear. Además, ganaremos confianza ante la presencia agradable que nos resulta tener una sonrisa hermosa y saludable. Es por esto que tantas personas buscan diariamente la asesoría y atención de los especialistas en salud bucodental. Mostrar unos dientes fuertes y saludables son garantía de tener una magnífica carta de presentación y, por supuesto, nos ayudará a elevar nuestra autoestima.

El problema comienza cuando aparecen enfermedades que afectan nuestros dientes. Una de ellas es la piorrea o periodontitis que causa una inflamación desproporcionada de las encías, llegando a provocar la pérdida de algunas piezas dentales.

A continuación, te contamos mucho más sobre esta enfermedad, su origen, consecuencias y, por supuesto, su tratamiento. Esta información te será de gran ayuda para ampliar tus conocimientos y detectar con rapidez la posible presencia de esta enfermedad en tu salud bucodental.

¿Qué es la Piorrea dental?

Conocemos la piorrea dental como una forma de enfermedad periodontal más común. Recibe el nombre de periodontitis y tiene su origen en la placa bacteriana que se va acumulando entre los dientes, facilitando así la destrucción de la encía. Normalmente surge como consecuencia de una gingivitis no tratada médicamente, permitiendo así que la flora bacteriana se adhiera a la boca junto a la saliva y otras partículas, alojándose de esta manera en la dentadura.

Son muchos los factores que acrecientan esta enfermedad infecciosa, entre ellos el tabaco. Este agente dañino facilita que las lesiones se compliquen más y el nivel de gravedad de la enfermedad aumente. Además, el hecho de fumar complica el nivel de efectividad del tratamiento del paciente. También la ansiedad es un factor que debilita aún más la lucha contra la piorrea dental, ya que el estado de angustia y ansiedad produce una disminución en las defensas del paciente. 

Cada día son más los pacientes que buscan tratarse con un especialista esta complicación. Siempre es recomendable estar atentos y ser rápidos en el momento de detectar señales que indiquen cierta posibilidad de poseer esta molesta enfermedad.

¿Cómo saber si tenemos Piorrea dental?

Como anteriormente comentamos, lo importante es detectar rápidamente esta condición. De lo contrario la placa de sarro continuará creciendo por debajo del nivel de la línea de las encías y formará bolsas extendidas hasta la raíz del diente. De esta manera se produce la piorrea más avanzada, llegando incluso a provocar la pérdida del tejido conjuntivo hasta llegar al hueso en que se asienta la pieza dental y ocasionando finalmente la pérdida de la misma.

En la fase inicial de la enfermedad los síntomas son reconocidos de la siguiente manera:

• Enrojecimiento e inflamación de encías: la molestia llega a ser tanta que es imposible pasarla desapercibida. Sin duda, es el síntoma más conocido de esta enfermedad.
• Sangrado en las encías: sobre todo en el momento de cepillarse los dientes. Es una prueba clara de que las encías no están nada bien y necesitan atención médica.
• Molestias al masticar alimentos: producto de la inflamación en las encías, el proceso básico de alimentarse se convierte en una tortura.
• Mal aliento: al ser una enfermedad bacteriana, los olores que desprenden las encías son bastante fuertes y evidentes. El mismo paciente podría darse cuenta de la situación.
• Sensibilidad a los cambios de temperatura: la persona se convierte más hipersensible a la temperatura ambiente e incluso de los alimentos.
• Retraimiento de las encías: la piorrea produce que las encías se escondan por detrás del diente, dando la impresión de que la pieza dental creció e incluso puede llegar a verse la raíz del mismo.
• Movilidad dental: la piorrea puede generar la sensación de que los dientes están en pleno movimiento. Esto se debe a que el hueso está afectado y los dientes quedan sin parte de su sujeción.

Otros medios de diagnósticos utilizados por los especialistas médicos son las radiografías que ayudarán a determinar la profundidad alcanzada por las bolsas periodontales, si se ha visto afectado el tejido o el hueso alveolar, lo que será causa principal de la pérdida del diente.

¿Cuáles son las causas principales de la Piorrea dental?

Son varias las causas que podemos determinar como causa de la piorrea o periodontitis. A continuación, te señalaremos las más comunes para que puedas tenerlas en cuenta y así evitar que esta complicación se agrave:

• Pésima higiene dental: los especialistas dentales siempre han recomendado que el cepillado debe hacerse después de cada comida. Al no cepillarse de forma correcta se corre el riesgo de que la placa bacteriana comenzará a instalarse en nuestras encías, dando origen de esta manera a la piorrea dental.
• Falta de visitas al dentista: siempre nos han recomendado visitar al odontólogo al menos una vez al año. Al no hacerlo, podemos provocar que la placa bacteriana vaya cogiendo espacio en nuestras encías. 
• Malos hábitos cotidianos: hay muchas costumbres que quizás algunas personas las asumen como algo cotidiano, algunas pueden ser: fumar, beber alcohol con mucha frecuencia o comer alimentos con cierta dureza. Es sabido que estos malos hábitos son causa frecuente para la aparición de esta desagradable condición.
• Tener algunas enfermedades crónicas: un paciente con diabetes, por ejemplo, es bastante susceptible a padecer piorrea. La osteoporosis, el SIDA e incluso la leucemia, también son caldo de cultivo para la aparición de la piorrea. Además, estas enfermedades dificultan el tratamiento que tenga el paciente.
• Predisposición genética: tener ciertos antecedentes familiares directos de esta enfermedad también aumenta las posibilidades de sufrirla. Hay que prestarle máxima atención a esta condición.

¿La Piorrea dental es contagiosa?

El contagio de la periodontitis no se da simplemente al azar, es decir, que no es suficiente con que la bacteria llegue a nuestras encías. Será necesario que tengamos alguna de las causas adicionales que hemos mencionado anteriormente.

Es importante destacar que la bacteria transmisora de la piorrea no va por el aire. La misma se debe transmitir por el contacto físico, siendo los besos prolongados el principal medio transmisor de la enfermedad, así que mucho cuidado con esta vía de contagio.

¿Qué tratamiento contra la Piorrea dental debo tomar?

Una vez que tengamos la certeza de que sufrimos de piorrea dental, debemos acudir de inmediato a un especialista médico. El tratamiento que nos mandará el odontólogo será acorde con la gravedad de la enfermedad en nuestras encías.

De encontrarse en un estado inicial, lo más seguro es que baste con una limpieza dental que incluya un raspado en la raíz de la pieza dental. Por supuesto el uso de antibióticos es completamente necesario y debe ser de estricto cumplimiento.

La cirugía siempre es la última opción, el especialista solo la llevará a cabo en caso de no funcionar ninguno de los métodos anteriores. La intervención consiste en levantar las encías para proceder a eliminar el sarro y las bolsas periodontales que se encuentran en la boca.

¡Combate la Piorrea dental en la Clínica Barrigon!

Mantener nuestra salud bucodental es prioridad para protegernos de cualquier otra enfermedad. La piorrea o periodontitis, es particularmente muy molesta y terrible. Así que ha de mantenerse una buena salud en nuestras encías que nos permita estar tranquilos y llevar la vida cotidiana de la manera más estable.

En la Clínica Barrigon te ofrecemos un abanico de opciones en cuanto a especialistas de la salud bucodental. Todos ellos están dispuestos a brindarte la información más acertada y completa, además de asesorarte y tratarte la afección en caso de que seas paciente. 

¡No dudes en consultarnos, estaremos encantados de atenderte!

Las llagas o aftas en la lengua aparecen en la lengua o en cualquier otra parte de la boca, como por ejemplo, el paladar o las encías, y se presentan en forma de pequeñas lesiones que, generalmente, producen un molesto dolor a quien las sufre. Y, aunque se trata de una patología habitual en muchas personas, es altamente recomendable que podamos conocer en profundidad las causas y los posibles motivos de su aparición.

Desde la Clínica Dental en Valladolid Barrigón,  a través de este artículo queremos facilitarte información sobre,  por un lado, qué son,  por qué salen, cuáles son sus causas de aparición y lo más importante: el procedimiento idóneo que se debe seguir para combatirlas de forma adecuada.

¿Qué son las llagas en la lengua?

Las llagas o aftas en la lengua son pequeñas lesiones ulceradas, generalmente de forma redonda u ovalada, que en su exterior presentan un color blanquecino. Pueden adquirir diferentes tamaños y alojarse en cualquier área de la lengua y de la boca. Estas heridas bucales para que puedan ser consideradas aftas y así poder recibir el tratamiento adecuado, deben ser solo superficiales, sin supuración ni cualquier otro signo de infección más profunda.

De hecho, sin importar el sitio de la boca en donde emerjan, ya sea encías, lengua o paladar, tenemos que recordar que las mismas no son contagiosas, pero sí  muy molestas y hasta, en ciertos casos, dolorosas. Este dolor está relacionado con las acciones principales que realizamos con la boca, como por ejemplo, la función básica y principal de masticar alimentos, ya que el roce de la comida se vuelve fastidioso o incluso insufrible, al igual que ocurre con la sensibilidad que podremos sentir al ingerir bebidas o infusiones.

Hay que decir que, aunque el 20% de las personas suelen padecer aftas orales de forma recurrente, es más habitual que estas aparezcan en niños, preadolescentes, adolescentes y jóvenes adultos, sin embargo,  conforme aumenta la edad va disminuyendo la existencia de las mismas.

¿Por qué salen llagas en la lengua?

No existe un motivo exacto y único al que podamos adjudicar la aparición de llagas en la lengua, sin embargo, se estipula que las llagas pueden aparecer como consecuencia del estrés. Otros estudios señalan como motivo principal una respuesta del cuerpo ante una excesiva ingesta de alimentos con alto porcentaje de grasa, como pueden ser las frituras, los embutidos, las hamburguesas o la denominada comida basura. También se puede atribuir al consumo habitual de alimentos picantes o ácidos, aunque esto no se han registrado estudios que certifiquen esta teoría.

Otras teorías recientes, señalan como razón de su nacimiento la falta de nutrientes, en específico a la insuficiencia de vitamina B12, ácido fólico, hierro y cinc. Por lo cual, se aconseja tener en cuenta estas fuentes y nutrientes mediante los análisis pertinentes, y así evitar la aparición de esta patología tan incómoda.

Causas de las llagas en la lengua

Tal y como hemos señalado anteriormente, la razón de que afloren las llagas en la lengua no se deben únicamente a una causa específica, sin embargo, hay supuestos en los que se puede relacionar con las siguientes causas:

• Traumatismos: Una mordedura fuerte en la lengua o un golpe en la boca puede dañar las membranas que cubren el interior de la boca, lo que podría desencadenar el desarrollo de llagas.
• Ortodoncia o prótesis dentales: En estos casos, tanto la ortodoncia como las prótesis dentales pueden provocar algún rozamiento en la lengua o en algún área de la boca, favoreciendo la salida de ulceraciones o llagas.
• Reacción inmunológica: A veces esta patología se presenta como consecuencia de la existencia de bacterias comunes de la flora bucal, por este motivo es indispensable mantener una buena higiene de la boca, a fin de evitar este tipo de inconvenientes.
• Estomatitis aftosa recurrente: Como hemos mencionado, un 20% o 30% de los adultos pueden ser afectados por la estomatitis aftosa recurrente, lo cual también le ocurre a un alto porcentaje de niños. No está claro el motivo de su aparición, pero sí se puede hablar de una tendencia familiar o de origen hereditario, ya que este carácter se vuelve frecuente en dichas personas.
• Fármacos: Algunos expertos en el tema apuntan a que hay ciertos ingredientes que contienen determinados fármacos o, incluso, algunos dentífricos y enjuagues bucales que podrían provocar la aparición de llagas. Según esta tendencia, esto sucedería debido a la utilización de laurel sulfato de sodio (LSS). Así mismo se estipula que algunos medicamentos activan su formación.
• Alergias: Es posible que algunas alergias o la hipersensibilidad ante ciertos alimentos como frutos secos, fresas, limón o chocolate, contribuyan al nacimiento de este fenómeno. Sin embargo, más adelante analizaremos los alimentos que es preferible eludir para evitar su aparición.
• Dejar de fumar: Aunque fumar es una de las causas que más perjudica la salud, y dejar de hacerlo es una de las decisiones más acertadas, cuando una persona que regularmente realiza este hábito toma la determinación de ponerle fin, es posible que puedan aparecer más úlceras de lo normal. Sin embargo, en este caso, es una reacción normal, ya que el cuerpo está lidiando con la modificación química a la que lo hemos estado sometiendo.
• Predisposición genética: Este es otro de los motivos más frecuentes y comunes, dado que es habitual que varios miembros de una misma familia sufran llagas en la lengua o en la boca. Aquí, se establece con claridad el origen genético del asunto, por lo cual su aparición está ligada a un precedente crónico. Es posible que, si tu madre o tu padre sufren problemas de llagas, tú también las padezcas.
• Infección Viral: Las infecciones virales producen debilitamiento del sistema inmunológico. Cualquier afección que ataque el sistema inmunológico del cuerpo, que es la defensa natural contra las infecciones y las enfermedades, puede contribuir a desarrollar estas lesiones bucales.
• Cambios hormonales: La menstruación, la menopausia u otros desórdenes hormonales pueden aumentar la probabilidad de tener llagas.

Alimentos que contribuyen a la aparición de las llagas:

De acuerdo a su naturaleza, algunos alimentos poseen componentes que pueden influir en el desarrollo de llagas en la lengua o en la boca. Aquí hay un listado de algunos de ellos:

• Fresas: Este alimento puede ser demasiado ácido y puede generar la aparición de llagas. Si ya tenemos una afta en la boca, es aconsejable no probar este alimento hasta la total curación de las llagas.
• Frutos secos: Aunque sabemos que los frutos secos son un excelente alimento para el organismo por todos los beneficios que aportan, en lo que respecta a las llagas, los frutos secos pueden contribuir a su aparición.
• Café: Esta bebida también contribuye a la aparición de llagas y es conveniente

Otros alimentos que deberíamos evitar en caso de tener llagas serían el chocolate y los derivados del trigo.

¿Cómo tratar las llagas en la lengua?

Por lo general, las llagas en la lengua se curan solas, pero necesitan de limpieza e higiene bucodental para hacerlo. Debido a las molestias que provocan, se puede acelerar el proceso de curación mediante algunos tratamientos. Como sugerencia, los expertos aconsejan no ingerir comidas con muchos condimentos y, en lo posible, reducir la ingesta de alimentos ácidos y con alto porcentaje de grasa, así como también evitar  los cítricos, ya que este tipo de alimentos contribuye a empeorar el estado de las mismas.

Otra posible solución son los anestésicos locales o antiinflamatorios tópicos que pueden aliviar el dolor. En el mercado existen distintos tipos y marcas, pero en estos casos se recomienda consultar a un profesional de la salud para su mejor implementación. Desde la Clínica Dental Barrigón esperamos su consulta al respecto, en caso de querer incurrir en estas soluciones.

También existen métodos paliativos caseros que pueden contribuir a la sensación de disminución de malestar, como la práctica de realizarse enjuagues de agua tibia con sal varias veces al día. Esta simple preparación es bastante eficaz a la hora de disminuir la sensación de sensibilidad, siendo una solución útil y económica, aunque debemos tener en cuenta que solo nos aliviará el malestar, ya que no se ha demostrado que los remedios caseros curen las llagas.

Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad, nos ponemos a tu disposición para cualquier duda o consulta. ¡Déjanos ayudarte a eliminar el dolor!

La lengua blanca no es una patología en sí. Es un síntoma. Por lo que para conocer la raíz del problema deberemos realizar exámenes orales que nos permitan identificar la patología subyacente.

¿Cuáles son las causas de la lengua blanca?

La lengua es un órgano muy importante, su función va desde detectar sabores gracias a las papilas gustativas, hasta manifestar a través de su coloración, hidratación y aspecto, un padecimiento relacionado con la boca u otra parte de tu cuerpo. Por eso, la lengua debe tener un aspecto saludable, humedad y estar sonrosada.

En cuanto a su salud bucal, muchas personas se enfocan únicamente en el cuidado de los dientes y muelas, dejando la lengua de lado. Y cuando este órgano presenta un aspecto extraño, como cambios en su color y textura, se encienden las alarmas.

La lengua es un indicador de alguna patología, y la lengua blanca podría deberse, por ejemplo, a la presencia de algún problema que debes tratar yendo a un especialista. En el siguiente post te vamos a explicar qué hacer si detectas algún cambio de este tipo en tu lengua.

¿Qué es la lengua blanca?

Una lengua blanca presenta una capa blanca grisácea en toda el área de la lengua o aparece en parches. La lengua saburral, como también se le conoce, es un término médico, y esa capa está formada por restos de alimentos, células muertas y bacterias, que han encontrado un hábitat ideal en el que vivir.

Esta capa fina sobre la superficie de la lengua es normal si no se tienen hábitos de limpieza bucal adecuados, por lo que en este caso no sería un indicador de alguna enfermedad, corrigiéndose fácilmente con un buen cepillado.

Posibles enfermedades asociadas a la lengua blanca

No obstante, en algunos casos la lengua blanca se puede asociar con ciertas enfermedades, más aún si se presentan otros síntomas. Entre los patologías más frecuentes están:

Candidiasis bucal

La candidiasis bucal la produce un hongo llamado cándida, y se presenta con placas blancas en la lengua o en el interior de las mejillas. Si se complica el hongo puede llegar a las encías, la parte superior de la boca, las amígdalas e incluso la garganta.

Debemos tener en cuenta que la cándida siempre está en la flora de la boca, pero gracias al control del sistema inmunitario y de bacterias, no se expande. En algunos casos este equilibrio no ocurre, ya sea por la toma de antibióticos, mala salud en general o la edad. Otros detonantes que pueden provocar candidiasis bucal son la diabetes, una infección por VIH o SIDA o recibir quimioterapia para el cáncer.

Liquen plano

El liquen plano es una enfermedad que produce erupciones e inflamaciones en diferentes partes del cuerpo, causa mucho picor y hace que aparezcan manchas blancas en zonas como la boca o la vagina. Esta enfermedad surge cuando el sistema inmunitario ataca algunas células de la piel o de las mucosas, pero no es contagiosa.

Inflamación de la lengua

La inflamación de la lengua se origina por diversas causas como infecciones, sustancias tóxicas, quemaduras, enfermedades gástricas o hepáticas.

Aunque estas enfermedades están asociadas con provocar la lengua blanca, hay otros motivos relacionados con tus hábitos que también pueden influir.

¿Cuál es la causa de la lengua blanca?

Existen diversas razones para el color blanco en la lengua. En la mayoría de los casos, puede ser un síntoma inofensivo, sin embargo en otros puede ser grave, por lo que es importante que nos diagnostiquen cuanto antes. Veamos las principales causas de lengua blanca:

Higiene bucal deficiente

La principal causa de la lengua blanca es una higiene bucal deficiente. Una boca que no recibe un buen cuidado, hincha o inflama las protuberancias en la lengua llamadas papilas, donde se acumulan alimentos, gérmenes, células muertas… Todo esto provoca que la lengua se vea blanca.

Enfermedades en el estómago

Las enfermedades en el estómago pueden provocar también como síntoma la lengua blanca, una de las más comunes es la gastritis.

Problemas hepáticos

Los problemas hepáticos son un padecimiento bastante grave para la salud. Cuando el hígado está enfermo se encienden las alarmas en todo el cuerpo, por ejemplo en la boca, provocando lengua blanca, y la sensación de pastosidad y mal sabor nos ayudan a saber que algo no va bien.

Problemas respiratorios

Otra de las causas de la lengua blanca son los problemas respiratorios, ya que impiden a la persona tener una buena salivación. Esto genera sequedad de la boca, lo que a su vez contribuye a la acumulación de bacterias y restos de alimentos.

Mala alimentación

La falta de vitaminas y minerales en tu cuerpo es otra de las causas por las que la lengua cambia su aspecto. Además de consumo excesivo de tabaco y alcohol, uso de ciertos medicamentos o cambios en la dieta.

El estrés

El exceso de estrés también puede provocar que la lengua se ponga blanca, ya que el organismo reacciona ante agresiones de origen físico, psíquico e infeccioso, alterando tanto el equilibrio del cuerpo como de la mente.

¿Cuáles son las medidas para evitar la lengua blanca?

Te aconsejamos que te cepilles bien los dientes tres veces al día, por lo general, después de las comidas. Es importante además que en la noche tu higiene oral sea todavía más exhaustiva, ya que cuando dormimos la producción de saliva es menor y necesitamos una mayor protección.

Como parte de la rutina de la limpieza bucal debes cepillar la lengua diariamente, así como que es esencial una dieta saludable, sobre todo baja en azúcar y rica en vitaminas y minerales, evitar el tabaco y beber mucha agua con regularidad para mantener tu sistema inmunológico fuerte. Además de todo esto, debes visitar regularmente al dentista.

Durante una limpieza dental profesional, el dentista limpiará perfectamente tus piezas dentales mediante una técnica completamente indolora, eliminado el sarro y la placa bacteriana presente en la boca.

Si después de cumplir con estas recomendaciones los síntomas persisten y no responden al cuidado bucal que has realizado o se presentan otros indicadores, debes asistir a una consulta médica de inmediato. El doctor aplicará el tratamiento indicado y en cuestión de días o semanas la lengua blanca desaparecerá.

¿Cuándo consultar al doctor?

Como se ha dicho anteriormente, la lengua blanca puede ser algo inofensivo y aliviarse simplemente con cepillarnos diariamente, usar un raspador lingual y tomar abundante agua hasta que desaparezca esa desagradable capa blanca.

En el caso de que tu rutina de higiene dental no termine con el problema y te preocupa los cambios que presentas en la lengua, te duele o la lengua blanca se mantiene por mucho tiempo, debes solicitar una consulta con tu médico o dentista.

Experiencia y profesionalidad para cuidar tu sonrisa

Este artículo nos enseña que cuando la lengua deja de tener ese color rosado habitual que la caracteriza y pasa a tener un tono blanquecino, estamos hablando de una lengua saburral. Normalmente no es consecuencia de una enfermedad, sino de una falta de higiene bucal adecuada, lo cual no llega a tener consecuencias muy graves (a excepción del mal aliento).

Lo importante es recibir un tratamiento especializado con los mejores profesionales del área, y no olvides que es fundamental que visites al dentista de manera periódica para someterte a diversos servicios como los que ofrecemos en Clínica Barrigón, ya sea una limpieza, un blanqueamiento dental o un implantes dentales, entre otros.

Si has notado la lengua blanca te invitamos a visitarnos y solucionar el problema cuanto antes. Pide una cita y nuestros profesionales se encargarán de atenderte de inmediato.

¿Tienes una sensación como de hormigueo o sensación de que tienes el labio dormido y no sabes qué hacer? Es probable que estés padeciendo parestesia.

Si eres odontólogo y quieres profundizar más en el tema, te aseguramos que leyendo este artículo podemos contribuir en tu aprendizaje y entender este problema bucal.

En la Clínica Dental Barrigón aclararemos todas tus dudas y te ofreceremos una guía para que soluciones tu problema bucal.

¡Empecemos!

¿Qué es parestesia?

Es cuando existe una compresión del nervio alveolar inferior y lingual. Esta compresión o lesión del nervio nos provocará la pérdida de sensibilidad de la mitad de nuestra lengua y labio.

Es una sensación de hormigueo que perciben algunas veces los pacientes después de algunas prácticas odontológicas. La más común se presenta luego de la extracción quirúrgica de una muela, pero que es tratable con medicamentos o tratamientos quirúrgicos.

¿Cuánto tiempo puede durar la parestesia?

Si te encuentras en presencia de una parestesia te recomendamos que tengas mucha paciencia durante el proceso de recuperación. Esta sensación o parestesia desaparece siempre pasadas 1 o 2 semanas y, en algunos casos, al cabo de unos meses. Si supera los 3 meses te recomendamos consultarlo con tu odontólogo.

En algunos casos es el neurocirujano quien debe tratar esta parestesia, ya que es posible que deba realizarte una intervención quirúrgica más profunda.

¿Por qué se produce una parestesia?

Inexperiencia del Odontólogo

La parestesia puede aparecer por falta de una correcta evaluación y planificación médica en la zona a tratar. Se da en muchos casos por la inexperiencia o falta de información del especialista al momento de aplicar un tratamiento.

Si el odontólogo no tiene la pericia necesaria al llevar procedimientos de extracción de piezas bucales, puede cometer errores que terminan por afectar los nervios involucrados en las sensaciones bucales.

Extracción de un tercer molar

En la mayoría de los casos se puede generar una parestesia cuando se realiza una extracción de un tercer molar inferior o cordales. Si el molar está cerca del nervio dentario inferior la parestesia es más frecuente. Al momento de tratar de retirar la pieza se puede comprimir ese nervio.

También puede ocurrir lesión del nervio lingual cuando se realizan las extracciones de los terceros molares.

Implantes dentales

La parestesia también puede suceder cuando te colocan los implantes dentales. Si no realizan un estudio radiográfico, te pueden lesionar el nervio y provocar una compresión que va a causar un adormecimiento.

Tiempo quirúrgico

A mayor tiempo quirúrgico va a existir una mayor inflamación del tejido que puede condicionar también una lesión del nervio. Una de las causas por las cuales se lesiona el nervio es por un proceso inflamatorio muy pronunciado.

Aplicación de la anestesia

La anestesia mal administrada puede generar una lesión química directamente sobre el nervio que puede condicionar una pérdida de sensibilidad. Pero no solo el aspecto neurotóxico de la anestesia genera una lesión del nervio, sino también cuando el odontólogo realiza una infiltración.

Si la infiltración se realiza en un compartimiento vascular puede generar un hematoma cuando se aplica la anestesia. El hematoma puede comprimir el nervio y generar una lesión indirecta que en la mayoría de los casos es transitoria.

Fractura de la tabla lingual

Así mismo, si el odontólogo fractura la tabla lingual al generar una excesiva palanca sobre el tercer molar, puede provocar un atrapamiento del nervio produciendo la parestesia o un proceso inflamatorio.

Curetaje

Si el odontólogo, después de realizar la extracción, ejecuta un curetaje alveolar muy enérgico, puede lesionar o fracturar el nervio ocasionando parestesia. El curetaje también puede generar un hematoma sobre la superficie del conducto que pudiera condicionar una compresión del nervio alveolar desencadenando una parestesia.

Inflamación

Las cirugías muy largas y cirugías con colgajos muy amplios pueden desencadenar en edemas postoperatorios.

También puede darse el caso del paciente que se le realiza la operación y no muestra ningún síntoma de parestesia durante el primer día, pero al tercer día pierde la sensibilidad.

Esto se debe a que en este caso la inflamación es progresiva y es un proceso que generalmente tiene su pico máximo entre las 48 y 72 horas.

Es posible que no hubiera una alteración del nervio durante la cirugía, pero el proceso inflamatorio que fue progresivo genera una compresión de ese nervio. Esta inflamación progresiva produce un trastorno sensorial en el paciente, siendo esto reversible.

¿Cómo sé si tengo Parestesia?

Si al día siguiente de la extracción sigues sintiendo entumecimiento en tu cara, hormigueo en la lengua y resequedad en la boca, es posible que puedas tener una parestesia, incluso pueden aparecer los síntomas unos días después de la extracción.

Pero no te alarmes, en la mayoría de los casos se puede tratar con medicamentos.

¿Qué debo hacer si creo tener Parestesia?

Lo primero que debes hacer es visitar a tu odontólogo y contarle lo que te está sucediendo. No te automediques porque puedes complicar el cuadro clínico que estás presentando. Es mejor que acudas a un especialista para que te diga que tratamiento es el más adecuado para ti.

Tratamiento

La parestesia desaparecerá con un buen tratamiento médico. El odontólogo debe tratarte con antiinflamatorios y vitamina B, esto ayudará a que el proceso inflamatorio se reduzca más rápido. Algunos odontólogos indican adicionalmente corticosteroides IM y Ácido alfa lipoico. En algunos casos te pueden indicar un tratamiento antineurálgico que te ayudarán a reducir los dolores provocados por el nervio dañado.

Ahora bien, si el afectado es el nervio sublingual es necesario realizar una microcirugía. En este caso, el especialista debe mantenerte en observación durante 6 meses aproximadamente con citas periódicas.

¿Cómo puede el odontólogo evitar que suceda una parestesia?

La clave para evitar que esto suceda es la prevención y la aplicación de técnicas adecuadas. El odontólogo debe planificar la cirugía previamente realizando todos los estudios necesarios, es decir, con estudio radiográfico para conocer la posición del diente y la proximidad que tiene con el nervio antes de la cirugía.

Una vez realizado el estudio radiográfico, el odontólogo te planificará una correcta técnica para retirar la pieza dental. Si aun con la radiografía se tienen dudas, deberá solicitar un estudio tomográfico para observar mejor la posición del diente.

El odontólogo debe conocer cuáles son sus limitaciones, qué puede hacer y qué no está a su alcance como profesional para no causarle daño al paciente.

Recomendaciones para los odontólogos

Es importante conocer bien la anatomía del paciente para poder ejecutar extracciones o cirugías seguras, informando al paciente sobre los riesgos antes de realizar la extracción de terceros molares, colocar implantes, etc.

¿Qué debe hacer el odontólogo cuando el paciente dice que no tiene sensibilidad?

El odontólogo deberá realizarte un test diagnóstico y seguimiento progresivo del avance de tu parestesia. Con esto el odontólogo podrá decidir si continúas con el tratamiento farmacológico o debes realizarte un tratamiento quirúrgico.

Es muy importante que el odontólogo determine cuándo inició la parestesia. Una vez inicia la lesión del nervio se debe aplicar el tratamiento y el odontólogo debe hacerle seguimiento, realizando un test sensorial semanalmente el primer mes y luego cada 15 días.

Si es a nivel alveolar inferior debes realizar golpes suaves en la zona donde sientes alterada la sensibilidad, bien sea a nivel del mentón, en el cuello o en el labio. Con una pinza puedes realizar pequeños pellizcos para activar las zonas no susceptibles a sensibilidad a nivel del mentón.

En cuanto a la estimulación térmica, el odontólogo puede indicar que coloques una compresa con hielo e inmediatamente una compresa con calor. Todos estos estímulos van a ayudar a la recuperación del nervio.

El profesional de la salud bucal te recomendará el cepillado de la lengua así como la estimulación de la misma con pequeños pellizcos. También es aconsejable que te indiquen, cambios bruscos de temperatura en esta área, como tomar agua muy fría y luego tomar un té caliente que genere un cambio térmico para facilitar la estimulación nerviosa.

Esperamos que este artículo sobre la parestesia haya aclarado todas tus dudas. Recuerda consultar un especialista con experiencia para tratar cualquier problema relacionado con tu salud bucal.

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